jueves, 25 de abril de 2013

CRESTEO DE LOS ALAYOS POR PICACHO ALTO – CORAZÓN DE LA SANDÍA. PROMESA CUMPLIDA.


Cómo recordaréis, apreciados compañeros/as y amables seguidores de esta página, ha casi un año nos quedamos a 100 m, de hollar el “Corazón de la Sandía”. El mal tiempo, cansancio, desaconsejaban el intento pero prometimos volver…

El pasado sábado 13 de abril a las 8:45 h en primera convocatoria y con la intención de desayunar nos dábamos cita en “Las Mimbres” a la entrada de la localidad de Dilar.  Sorpresa y advertencia para posibles usuarios, a esas horas el local está cerrado.  La mitad del grupo de comparecientes nos acercamos al pueblo, propiamente dicho, con intención de “tomar café” y tras un infructuoso periplo, comprobamos que no había cafetería o bar abierto.  Nos “tragamos" la decepción y ahora toca operación traslado de vehículos al aparcamiento del área recreativa río Dilar. Mientras tanto, el resto del grupo nos dirigimos al punto de partida.

A las 9:40 h. con una mañana soleada, de primavera trompetera, 17 Gº, desde Ermita nueva, a 835 m, de altura, iniciamos la marcha. Seguimos la pista – carril, dirección a Cuesta Blanca. Pese a que la mañana está en su inicio la temperatura se deja notar, lo que promete día de calor. El grupo compuesto por Elena, Mª Mar, Pepa, Nani, Encarni, Pilar, Mariló, Indalecio, los Joses, Mazu , Mesa y Guti, los Domingo Isidro, Antonio o viceversa, Alejandro y un servidor, marcha con paso regular, charla animada. Atacamos el 1º desnivel 100 m de cuesta Blanca, hacia el final continuamos por sendero bien señalizado junto al muro de piedra que nos acompaña por el bosque de pino Carrasco hasta la Rambla de Poca leña.  Ascendemos sin desviarnos hacia Ermita vieja con lo cual evitamos el paso por el collado de Montellano, 1.240 m.

Continuamos ascendiendo la rambla sin desviarnos por señal alguna y tras un par de horas desde la salida entramos en contacto con la vereda, bien definida, que asciende a Picacho Alto, vamos a pasar de 1250 m a 1728 m, en la cumbre. El camino es sinuoso de pendiente no muy pronunciada por lo que “sentimos su longitud”.  Al mirar atrás tenemos sensación de estar suspendidos en el aire, al fondo se observan los pueblos del área periurbana de Granada. Aire limpio, día ya, pleno y radiante. Esta parte del camino concluye en un collado que viene muy bien para reponer fuerzas y tomar algo de fruta. Aquí parte a la izqda. una vereda que desciende un poco, para dirigirse a la base del Corazón de la Sandía, a la derecha y menos marcada aparece, serpeando, el sendero que en ascenso nos conduce a la cima de Picacho Alto.

El grupo tiene alguna duda por dónde continuar, las fuerzas a estas alturas van tocadas y se adivina que lo que sigue no es suave precisamente. Decidimos hacer cumbre y después ver por dónde continuar. El desnivel es pronunciado pero corto y la vista panorámica desde la cumbre merece el esfuerzo. Desde aquí, se distingue una senda que crestea los Alayos, decidimos continuar por ella, requiere un cuidadoso destrepe entre el roquedal para alcanzar una cuerda que con trazado, parte piernas, nos aproxima al Corazón de la Sandía, propiamente dicho.

En este tramo el calor es notable y el tiempo se nos va por la dureza del terreno y el cansancio acumulado, paradas recuperadoras y por fin damos vista a la peña redondeada pero vertical de destino. Sobre las 14:30 h estamos en la base del Corazón de la Sandía (1886 m), otra cosa es trepar hasta arriba, confieso que no lo tenía muy claro pero había una cuenta pendiente de una anterior visita, así es que aprovechando el envidiable entusiasmo de Isidro, nos metimos en pared. Una vez allí, vimos la dificultad y acude el vértigo, respeto, dudas, tentación de abandonar pero en esas, ya se ha incorporado a la aventura mi compadre que tiene pendiente la misma cuenta con esta cima, ahora no hay duda, como sea ¡párriba!

Desde lo alto no es tanto la vista sino la satisfacción de superar el “reto”. La anécdota, impagable, el momento en que el compadre despliega la blanca y verde, ¿de dónde la sacó…? lo cierto es que los tres que nos acogíamos en el señero paño, tenemos foto similar hace ya 40 años, nostalgias pero sin duelo ¡aún estamos ahí! 

En el pico del frente, parejo de altura al que nos encontramos se ve a alguien que asciende, pues sí, la vista no engaña, Jose A Mesa de un lado e Indalecio de otro, han hecho cima y matado el gusanillo. 

Hacia las 15:00 h estamos dando cuenta de la comida y notamos la falta de agua, el calor es ya más que notable, menos mal que lo que queda es el descenso hacia Rambla seca. Barranco abajo y de hito en hito en media hora hemos llegado al angosto final de Rambla seca, las rodillas van cargadas por la verticalidad del camino en descenso. Rambla seca es casi un paseo resulta tal como preveíamos, la arena amortigua la pisada y tras 2 horas estamos en el río, cruzamos por un puente de fortuna frente a la central eléctrica de Dilar media hora más tarde nos encontramos frente a las refrescantes “cuchipandas” que tomamos en un merendero del que no recuerdo el nombre.

Total 19 km y medio, 1.200 m de desnivel acumulado y casi 8 horas de disfrute montañero, durilla pero gustosa.
                                                                                Bss y abrazos según corresponda.
                                                                           El Sr de los Alayos    
   


               

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